¿Alguna vez te has sentido abrumada por una emoción intensa, sin saber de dónde viene o por qué te afecta tanto?

Las emociones son mucho más que simples reacciones: son energía en movimiento, cargadas de información sobre lo que está pasando dentro de nosotras. Aprender a escucharlas y gestionarlas puede cambiar por completo tu relación contigo misma y con tu historia personal.

Las emociones no son buenas ni malas

Tendemos a etiquetar las emociones: alegría = buena, tristeza = mala. Pero la realidad es que ninguna emoción es negativa en sí misma. Todas tienen un propósito y nos ofrecen información valiosa sobre nuestras necesidades, deseos y heridas. Como dice el Dr. David Hawkins en su libro «Dejar Ir», cada emoción vibra en una frecuencia específica. Cuanto más alta la vibración, más cerca estamos de la paz interior; cuanto más baja, más atrapadas podemos sentirnos.

Un ejercicio práctico:
La próxima vez que sientas una emoción intensa, no la rechaces. Pregúntate:

  • ¿Qué me está tratando de decir?
  • ¿Qué necesito en este momento?

Escribe en tu cuaderno todo lo que te llegue, pensamientos, sensaciones, emociones…

Las emociones primarias y sus mensajes ocultos

Las emociones primarias (miedo, tristeza, ira, alegría y asco) son universales, pero muchas veces actúan como una capa superficial que esconde algo más profundo.

  • Miedo: ¿Te está avisando sobre un peligro real o una creencia limitante?
  • Tristeza: ¿Qué pérdida o herida necesita ser reconocida y sanada?
  • Ira: Puede ser una señal de que tus límites han sido cruzados o que hay algo importante que no has expresado.
  • Alegría: Nos conecta con lo auténtico y nos muestra el camino hacia lo que realmente valoramos.

 

Reconocer lo que hay detrás de cada emoción nos ayuda a liberarnos de patrones repetitivos y encontrar respuestas que estaban ocultas.

 

Aprender a atender y gestionar las emociones

No se trata de controlar o reprimir lo que sentimos, sino de dar espacio a nuestras emociones para que puedan cumplir su función. El Dr Hawkins propone que, en lugar de resistirnos o apegarnos a una emoción, aprendamos a soltarla. Esta práctica nos permite elevar nuestra frecuencia emocional y vivir con más calma y autenticidad.

Estos tres pasos van a ayudarte para gestionar tus emociones:

  1. Reconócelas: Date permiso para sentir, sin juzgarte.
  2. Escúchalas: ¿Qué te están diciendo sobre ti o sobre tu situación actual?
  3. Libéralas: No te aferres ni las reprimas. Deja que fluyan a través de ti.

 

Transforma tu relación con tus emociones

Las emociones son aliadas en tu viaje de autoconocimiento. Cada una de ellas trae un mensaje oculto que, si decides escuchar, puede ayudarte a transformar experiencias difíciles en oportunidades de crecimiento.

 

¿Quieres aprender a conectar con tus emociones y lo que tu cuerpo está tratando de decirte?

En enero, lanzaré un workshop dedicado a este proceso de autodescubrimiento. Únete a la lista de espera y empieza a transformar tu relación contigo misma desde ahora.

QUIERO INSCRIBIRME EN LA LISTA DE ESPERA

 

¡No dejes pasar la oportunidad de descubrir el poder que ya está dentro de ti!

 

Con cariño 🧡

Helena

 

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